FENTANILO CONTAMINADO: «APARECEN DESPUÉS DE CUATRO MESES PARA QUERER SACAR AL JUEZ»

Ya se registran casi 100 víctimas fatales por el fentanilo contaminado. El gobierno recién esta semana salió a hablar del tema, acusó al kirchnerismo y al magistrado, a pesar de la falta de control. Familiares sostienen que «es el único que se puso la causa al hombro».

Las cartas ya están echadas. A pesar de las desesperadas e insólitas críticas del presidente Javier Milei a la investigación, queriendo relacionar la tragedia al kirchnerismo y al Ejecutivo bonaerense, el Juzgado Federal N° 3 de La Plata espera para esta semana los resultados de ciertas pericias para determinar la suerte procesal de los 24 sospechosos involucrados en la contaminación de fentanilo que ya se cobró la vida de al menos 96 personas en cuatro provincias y la Ciudad de Buenos Aires. Todo en una Argentina donde se promueve la desregulación y la ausencia de Estado. Y con un gobierno que salió a hablar cuatro meses después de los primeros casos, cuando las muertes duplican las de la Tragedia de Once.

Este lunes el Cuerpo Médico Forense de la Corte comenzará a analizar unas 20 historias clínicas de pacientes que fallecieron luego de que se le suministrara el medicamento elaborado en diciembre por Laboratorios Ramallo SA y HLB Pharma Group SA, ambas firmas vinculadas al empresario y expresidiario Ariel Garcia Furfaro.

A más tardar para el miércoles a las 9 de la mañana, el juez Ernesto Kreplak pretende contar en su escritorio con los análisis del Instituto Malbrán sobre las ampollas en cuestión. Y recibió un informe demoledor de la propia ANMAT, cuya actuación previa queda cada vez más desdibujada, sobre el proceso de producción de las empresas.

Con estos dos estudios la Justicia busca acreditar posibles delitos contra la salud pública y establecer el “nexo causal” entre las ampollas contaminadas con las bacterias –Klebsiella pneumoniae y Ralstonia pickettii– y la muerte de pacientes que recibieron ese medicamento. La defensa de Garcia Furfaro intentó, sin suerte, posponer y cuestionar estos peritajes. Hasta ahora la estrategia del gobierno fue no hablar (con la complicidad de medios amigos) hasta que la última semana, ante la presión pública, debieron pronunciarse. Y centraron toda la responsabilidad en el laboratorio. La Comisión de Salud de Diputados aprobó un pedido de informes para saber qué controles previos se hicieron.

«Esta es la peor situación de intoxicación medicamentosa en la Argentina desde la creación de la ANMAT, por eso queremos que den explicaciones”, afirmó Pablo Yedlin (UxP), presidente de la Comisión. Cada vez son más los que piden la presencia del ministro de Salud, Mario Lugones, que en las últimas horas lloró al aire en una entrevista televisiva. Familiares de víctimas pidieron declarar la emergencia sanitaria y elaboran una guía para casos sospechosos.

La víctima más joven

Con tan sólo 18 años, Renato Nicolini se convirtió en la víctima más joven y una de las primeras en sumarse al expediente judicial. El joven cerrajero y practicante de kick boxing tuvo un accidente con su moto en la madrugada del 25 de abril en Chascomús. Fue llevado al hospital municipal, donde su madre, Soledad Francese, se enteró prácticamente al momento, ya que es enfermera del lugar. “Ingresa por la guardia, lo estabilizan y por la complejidad que demandaba, lo trasladan al Hospital Italiano de La Plata donde llega intubado y con ventilación mecánica asistida”, cuenta la mujer a TiempoRenato ingresó a terapia intensiva y allí se le suministró desde un principio fentanilo. Su cuadro evolucionaba favorablemente hasta que, sin explicación, levantó fiebre. Se le practicó una craneotomía para descomprimir la lesión craneal y luego le detectaron una neumonía en el pulmón izquierdo generado por una bacteria intrahospitalaria. El 3 de mayo entró en muerte cerebral. El 5 falleció.

“Sabía la medicación que le estaban pasando, pero no lo relacioné con su muerte hasta el 12 de mayo, cuando me entero por familiares de otros pacientes lo que estaba pasando en terapia intensiva con el fentanilo. Ahí me empezó a cerrar todo”, añadió Soledad. Las autoridades del Italiano le confirmaron que una investigación interna realizada entre el 15 y el 29 de abril estableció la existencia de ambas bacterias en el medicamento.

Después de cuatro meses

De inmediato la ANMAT fue informada. El 8 de mayo emitió un comunicado alertando de un “desvío de calidad” en el lote de ampollas 31.202 y que deje de utilizarse. Cinco días después, el organismo prohíbe el uso, la comercialización y la distribución. “La ANMAT demoró mucho”, analizó la madre del joven, querellante en la causa. Ante el ataque del presidente Javier Milei y su régimen en contra de KreplakSoledad manifestó: “No me parece correcto. Es horrible. Aparecen ahora para sacar al juez después de cuatro meses y cuando están por salir las pericias. Más allá que sea el hermano del ministro de salud bonaerense, fue el único que se puso la causa al hombro”. Y destacó que gracias a la investigación judicial descubrieron un tendal de posibles delitos vinculados a García Furfaro y su entorno: desde la certificación de una habilitación municipal falsificada, hasta las 113 irregularidades del laboratorio detectadas o el faltante de cinco kilos de fentanilo.

“Una operación sencilla”

Leonel Ayala, de Florencio Varela, era profesor de música y tenía 32 años cuando el 4 de marzo ingresó por un fuerte dolor abdominal a la Clínica Ranelagh de Berazategui. “Se trataba de una operación sencilla, ambulatoria. Tenía cálculos biliares y había que sacarle la vesícula”, precisa a este diario su hermano, David. El cuadro se complicó y derivó en una pancreatitis. Para el 15 de marzo “recomiendan trasladarlo al Hospital Italiano de La Plata, para que sea monitoreado en terapia intensiva. Estaba estable, nunca tuvo fallas orgánicas, ni renales, ni del corazón. La evolución era ascendente. Se le hace una cirugía el 5 de abril para resolver las complicaciones del páncreas”, describe David.

Luego de la operación “estaba consciente, habló por celular, consumió alimentos y llegó a pararse. Lo iban a pasar a intermedia, luego a sala y ya le daban el alta”. Nunca pasó: “El 8 entró en un pozo irreversible, con problemas respiratorios, fiebre, infecciones, se descompensó”. A los tres días, luego de otra cirugía “el cuerpo presentó fallos multiorgánicos y el 12 le aplicaron adrenalina, resistió, la luchó pero en la madrugada murió”.

El acta de defunción establece que sufrió un paro cardiorrespiratorio tras una pancreatitis aguda: “Pero eso no nos entraba en la cabeza y a los médicos tampoco”. Con un abogado particular la familia logró que la Clínica les informara que el muchacho había contraído la bacteria Klebsiella pneumoniae. “Le venían aplicando fentanilo desde el 4 de abril para el tratamiento del dolor postoperatorio”, dijo David.

“Nos unimos como querellantes en la causa. Estamos a casi cuatro meses y siguen apareciendo muertos, pero aún no indagaron a los sospechosos, no hay un imputado, ni un detenido. Duele mucho. Estamos frente a una tragedia sanitaria. La credibilidad de los organismos públicos se vio afectada. Más allá de los laboratorios, hay entes reguladores y leyes que no se cumplieron. No sé si por inoperancia, complicidad pero no hicieron nada. Se podría haber evitado”.

«Entró por una diálisis y terminó muerto»

«Fueron dos lotes, uno de los cuales tuvo alta circulación y se aplicó ampliamente. Del otro no se llegó a administrar ninguna dosis», declaró el juez Ernesto Kreplak a Radio con vos.
«La incertidumbre es enorme. Hay más de 150.000 ampollas infectadas, la mayoría de las cuales no sabemos dónde y cómo fueron utilizadas porque no hay registros», le explicó a BBC Mundo Sandra Altamirano, cuyo hijo murió presuntamente por cuenta del fentanilo contaminado.
«Mi hijo, Daniel Sebastián Oviedo, 42 años, murió después de ser tratado con fentanilo infectado en el Hospital Italiano de la Plata. Entró para ser tratado por un problema con su diálisis y terminó muerto», reclamó la madre.
Sandra indicó que tiene una historia clínica de 600 hojas. En un chat grupal junto a otros familiares de víctimas intentan orientar a quienes dudan de casos sospechosos para que busquen y analicen las historia clínicas, para poder determinar si se trata de una víctima de las ampollas infectadas.
«Lo que queremos es justicia, no sólo con los laboratorios sino con toda la cadena de producción, porque no entendemos cómo pudo haber pasado una cosa así a esta escala sin ningún tipo de control», señaló Sandra. Y concluyó: «Queremos que las personas responsables de esta tragedia respondan por sus delitos».

La mirada sobre la ANMAT

Entre el 28 de noviembre y el 12 de diciembre de 2024, la ANMAT, bajo la órbita del Ministerio de Salud de la Nación, constató que Laboratorios Ramallo SA tenía más de 100 “deficiencias significativas clasificadas como críticas y mayores”. Los dos lotes contaminados fueron elaborados el 18 de diciembre. En enero salieron a la venta a pesar de que el organismo había determinado que el laboratorio incumplía las “Buenas Prácticas de Fabricación” según la Disposición 4159/23 por lo que se comprometía “la calidad, seguridad y eficacia de los productos”.
Ahora, la ANMAT presentó un documento oficial de 19 fojas al juez Ernesto Kreplak, luego de tres meses de investigación. Allí figuran varios momentos críticos en la producción del fentanilo: no hay evidencia documental de controles microbiológicos; ausencia de certificados originales de esterilidad; y falta de registros analíticos y certificados de calidad del agua utilizada como materia prima y para limpieza de los equipos. Además, el lote 31.202 tuvo un “lapso de tiempo no validados entre el inicio de fabricación, esterilización o filtración”.

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