El Gobierno bonaerense también creó el Comité Interministerial de Emergencia del Delta (CIED).
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, declaró la emergencia ambiental en la zona del Delta del Río Paraná ubicada en la provincia de Buenos Aires, comprendida por los partidos de San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, Zárate, Campana, Escobar, Tigre, San Fernando, San Isidro y Vicente López, por 180 días.
El Decreto 1.088, publicado este jueves 3 de diciembre en el Boletín Oficial del distrito, prohíbe la actividad de quema de pastizales y suspende «toda autorización o permiso de quema de vegetación en la zona declarada en emergencia ambiental».
La medida además crea el Comité Interministerial de Emergencia del Delta (CIED), a efectos de articular con los organismos provinciales, nacionales y municipales las medidas de prevención, control y mitigación de los efectos producidos por los incendios y de identificación catastral de las zonas afectadas.
De acuerdo a lo que precisa el decreto, el Comité será coordinado por un representante del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros, e integrado por representantes de los Ministerios de Seguridad, de Gobierno y del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible.
En tanto, se instruyó al Ministerio de Seguridad y al Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible «a adoptar las medidas necesarias para elaborar en forma conjunta un Plan de Manejo del Fuego para la zona del Delta del Paraná en el ámbito de la provincia de Buenos Aires».
En los fundamentos, se recordó que el Delta del Paraná “es un inmenso humedal y, como tal, además de albergar una rica diversidad biológica, cumple múltiples y fundamentales funciones como la recarga y descarga de acuíferos, el control de inundaciones, la retención de sedimentos y nutrientes”.
En el decreto provincial también se detalló que el Delta del Paraná cumple una misión clave en “la estabilización de costas, la protección contra la erosión, la regulación del clima” y provee de “una extensa lista de bienes y servicios al hombre«.
A su vez, se apuntó que, «en los primeros meses del año en curso, se han detectado numerosos focos de incendio irregulares en la zona del Delta del Paraná correspondiente a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires«.
De acuerdo a lo manifestado por el Gobierno bonaerense, esos focos generaron «un impacto negativo sobre la integridad del ecosistema, poniendo en peligro no solo los principales recursos naturales sino también la calidad de vida y la salud de la población«.
La normativa también afirma que “atento a la situación crítica de peligro evidente e inminente que representan los efectos derivados de los incendios identificados, resulta menester adoptar medidas inmediatas a fin de preservar, recuperar y conservar el medio ambiente”.
Este año sensores satelitales detectaron más de 3.700 potenciales focos de incendio en el Delta del Paraná. De ese universo el 82,5 % se concentró en la provincia de Entre Ríos, y los restantes 11,4 % y 6,1 % en Buenos Aires y Santa Fe, respectivamente.
El fuego provocado en las islas del Delta del río Paraná dejó unas 300 mil hectáreas arrasadas. Como consecuencia, la biodiversidad del humedal sufrió graves daños e innumerables especies autóctonas de flora y fauna quedaron devastadas.
Diputados Bonaerenses