MALDITA INFLACIÓN: JAVIER MILEI TENDRÁ UNA MALA NOTICIA

El sexto mes del año cortará la desaceleración que inició en enero, tras el 25,5% autoinfligido de diciembre. El relato y el fetiche del cepo, en problemas.

El INDEC dará a conocer este viernes el dato de inflación del mes pasado y, según prevén los analistas del mercado, le daría un primer golpe a un elemento central la narrativa oficial: la de la declinación constante, progresiva e inexorable, de la inflación.

La escalera descendente desde el pico de 25,5% de diciembre, producto de la maldita herencia, pero especialmente de la megadevaluación dispuesta de entrada por Javier Milei y Toto Caputo, llegó en mayo a 4,2%. Ese elemento –la baja continua– era la presunta prueba empírica de que la receta del hiperajuste funcionaba. ¿Ya no más?

El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) encendió una primera luz amarilla: el 4,8% de junio superó en 0,4 punto porcentual al de mayo. Ahora, las consultoras privadas anticipan para el nacional un número algo menor que 5%, superior –claro– al mencionado 4,2%.

El mes en curso, en tanto, arroja perspectivas de un cuatro y pico corto. La mileinomía se ha lanzado a caminar en un incierto altiplano, en el que la inflación amplía un horizonte menor que el heredado, pero demasiado sostenido dadas las expectativas sociales y la crudeza de un ajuste que, recesión mediante, es la «garantía» de que no haya un rebrote.

«Garantía» endeble, por otro lado: la Universidad de Buenos Aires (UBA), a la que el Gobierno le había acomodado el presupuesto operativo pero no el destinado a las remuneraciones del personal, se declaró en«emergencia salarial».

El relato de Javier Milei, en problemas

El Gobierno negará que la mala noticia del IPC vaya a hacerse tendencia y ratificará un rumbo cada vez más percibido como difícilmente sustentable. Sin embargo, los analistas ya anticiparon la perspectiva del amesetamiento en la última edición del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta mensual que realiza el Banco Central.

Letra P ha planteado al menos desde marzo y ratificado hace poco ese escenario, un peligro para el programa económico y para la eficacia del relato político del gobierno de ultraderecha. La paciencia social puede intuirse lábil.

Mientras, se elevan dos preguntas. Una, ¿qué ocurriría con la inflación si el Fondo Monetario Internacional (FMI) insistiera en apresurar la consolidación del frente fiscal en base a lo que resta de los aumentos tarifarios? Dos, ¿cómo sería el futuro si el organismo le impusiera al Gobierno la condición de una nueva devaluación fuerte del peso a cambio de los dólares que la administración nacional le pide para abrir el cepo cambiario?

Y se va la tercera

De la mano de las dos preguntas anteriores se impone otra, acaso más acuciante: ¿es socialmente tolerable este nivel de recesión?

Nótese que el que el propio Presidente ya no menciona la idea incomprobable de una reactivación en forma de ve, una que este portal jamás le compró.

El propio Gobierno se revuelve ante una realidad que profundizará el previsto desmonte del Estado y que acentuará el pesimismo social. Ese sentimiento explica una nueva perforación del dogma del reinado irrestricto del libre mercado, que obligó este miércoles a los nuevos mejores amigos Caputo y Federico Sturzenegger –entre otros funcionarios– a anunciar el plan Beneficios Vacaciones Invierno. ¿El PreViajetambién se hizo libertario?

El programa consiste en el otorgamiento de cuotas y promociones en aviones, trenes y micros, así como descuentos que oscilan entre el 15 y el 50% en restaurantes, teatros y otras atracciones en los principales centros turísticos. «Es el momento de activar la economía», postuló el jefe de todos los presentes, Guillermo Francos.

¿En qué queda, entonces, la motosierra y con la jurada retirada del Estado? Caritas de hereje…

Inmerso en los rigores de un segundo semestre mucho más complejo que el que, por alguna razón, había imaginado, Milei patina sobre hielo. «Voy a vetar todas las leyes de los degenerados fiscales», disparó ante una platea condescendiente en la Bolsa de Comercio. Mientras, apretado como se ve, suelta un poco la mano.

El nuevo fetiche

Las reservas son enclenques y el tipo de cambio es visto como insuficiente por sus principales «usuarios», los agroexportadores que vienen de convertir la temporada de la soja en un fracaso.

Ese factor –el tipo de cambio neto de retenciones– explica que el Gobierno haya defenestrado al quincuagésimo primer funcionario, nada menos que el secretario de Bioeconomía –desde ahora, otra vez Agricultura, Ganadería y Pesca–, Fernando Vilella. Este venía desde hacía tiempo en capilla y, como se recuerda, hasta se tragó el sapo de ser sometido a bullying por el troll ultraderechista Daniel Parisini, alias «Gordo Dan», a quien llegó a pedirle perdón por un posteo «incorrecto» en Twitter. En este gobierno, ni siquiera la disposición a pasar vergüenza asegura la salvación.

El riesgo país cayó el miércoles y las acciones rebotaron, pero el dólar blue volvió a empujar hacia arriba.

Fuente: Rava Bursátil.

Fuente: Rava Bursátil.

Fuente: infodolar.com.

Fuente: infodolar.com.

El serrucho, con sesgo general negativo, está plenamente instalado y el mercado se aferra a una nueva obsesión: la eliminación del cepo cambiario como tabla de salvación de las expectativas.

Eso es interesante porque ha devenido una suerte de fetiche que supone, con enorme voluntarismo, que con eso alcanzaría para que la actividad recuperara el tono y dejara atrás el abismo recesivo. La fascinación infantil por la magia es irresistible.

Peor todavía: no hay en verdad ninguna condición para retirar las restricciones cambiarias, no al menos sin correr riesgos de estallidos que, con llamativa desesperación, algunos economistas relevantes aconsejan asumir. Por suerte, al menos en eso, Milei no pierde la cabeza.

El economista jefe de FIEL, Daniel Artana, entrevé señales oficiales de que eso podría darse antes de fin de año. ¿Será así? Manuel Adorni aclaró: «Nunca tuvimos la proyección de que a fin de año se iba a terminar con el cepo». Mientras, el propio jefe de Estado explicó en Twitter que una de las condiciones para lograrlo es que la inflación se acerque a cero.

Sin embargo, como se dijo al comienzo, la inflación venidera tiene pronóstico reservado…

La falta de opciones nunca es una buena señal.

Letra P

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