La presidenta de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), Malena Galmarini, participó de “VI Diálogos del Agua América Latina – España”, un evento en formato virtual que tuvo como objetivo establecer un diálogo en torno al valor del agua en Iberoamérica, considerando la variabilidad estacional y geográfica que afectan la disponibilidad del recurso, particularmente en tiempos de COVID-19, lo cual agudiza la necesidad estructural de garantizar el acceso universal al lavado de manos, a la seguridad alimentaria, a la preservación de los ecosistemas y a su reconocimiento como patrimonio de los países.

Malena Galmarini formó parte del panel “Valor del agua para consumo, higiene y usos productivos” junto con Joaquín Páez Landa, Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir de España, y Javier Manzanares, Director Ejecutivo Adjunto de Fondo Verde para el Clima (GCF). La moderación estuvo a cargo de Franz Rojas-Ortuste, Coordinador de la Agenda de Agua CAF.

Sobre las estrategias para mejorar el acceso al agua en barrios populares, Malena Galmarini expresó: “El área de concesión de AySA es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 26 municipios de área metropolitana. Actualmente estamos frente a un conurbano bonaerense azotado por la crisis económica, la destrucción del tejido social, el desempleo, la pobreza. Alrededor de 2 millones y medio de personas que viven en el área lo hacen en barrios populares, villas o asentamientos. De esos barrios, que son alrededor de 1100, hay unos 770 que no cuentan con el servicio y a los que estamos llegando con las obras de expansión. Este año estamos ejecutando 1200 kilómetros de cañerías para llegar cuanto antes a la universalización del servicio. Esto tiene que ver con que, para nosotros, el agua es un derecho humano y a su vez es una cuestión de justicia social. En el área que atendemos vive el 30% de la población nacional.

Respecto a los desafíos de la pandemia, resaltó: “Creo que esta crisis es una oportunidad. Es la oportunidad de que los seres humanos entendamos que el agua no es un recurso infinito. Hay un dato, que en principio parece de color en Argentina, pero que está lejos de serlo. Y constituye una paradoja profunda y lamentable: cuando el Estado toma para sí la política pública del agua y el saneamiento, allá por finales del 1800, y crea Obras Sanitarias de la Nación. En ese momento lo hace como resultado de la pandemia de fiebre amarilla. Pasaron cien años, llegó una nueva pandemia, y todavía tenemos argentinas y argentinos sin estos dos servicios esenciales tan fundamentales. Por eso quiero destacar la voluntad política del gobierno nacional y del presidente Alberto Fernández de haber puesto al agua y el saneamiento no solamente en agenda, sino en un lugar principal en el Presupuesto Nacional de este 2020, a pesar de la pandemia y de las dificultades, y en el Presupuesto del 2021, un presupuesto que crece alrededor de 500% respecto del que estaba otorgado para este año y que nos va a permitir tener 2500 km de redes en construcción para el año que viene”.
“VI Diálogos del Agua América Latina – España” forma parte de una plataforma estratégica de colaboración de largo plazo conformada por el CAF (Banco de desarrollo de América Latina) y el Reino de España, a través de los Ministerios para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MTERD), Asuntos Económicos y Transformación Digital (MAETD) y Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (MAEUEC).

Participaron de este evento referentes internacionales como Teresa Ribera, Ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) de España, Luis Carranza Ugarte, Presidente Ejecutivo de CAF, Benedito Braga, Presidente del Consejo Mundial del Agua y CEO de SABESP (Aguas de San Pablo, Brasil) y Magdy Esteban Martínez, Director de la Agencia Española de Cooperación (AECID).

Al preguntarle sobre cómo lograr un balance entre políticas sociales inclusivas y políticas empresariales sostenibles para brindar un servicio de agua con calidad, Galmarini finalizó: “Argentina tiene una larga trayectoria en esto de cuidar a las poblaciones más vulnerables, desde 1945 en adelante surgieron muchos programas que apuntan a cuidar a los que menos tienen. Nosotros desde los servicios públicos lo primero que hicimos, en el contexto de la pandemia y la crisis económica, fue congelar las tarifas y, en un segundo decreto presidencial, la medida que se tomó fue la imposibilidad de cortar los servicios, frente a la incapacidad de los usuarios y usuarias de pagar ese servicio mensual o bimestralmente. También trabajamos en acompañar a aquellos que no pudieron pagar el servicio durante estos meses y es una política habitual de la empresa la de dar planes de pago y acompañar para que puedan sostener el servicio. Por eso creo que es tan importante el rol del Estado; más en empresas como AySA donde el 90% es capital estatal. Nosotros creemos que el acceso al agua potable y al saneamiento cloacal son derechos humanos, y como tales, la universalización de ambos servicios no es responsabilidad de una empresa, sino del Estado Nacional. Y eso se ve reflejado en este presupuesto nacional y en el del año siguiente. Esperamos mantener el equilibrio de la empresa para poder cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) número 6 y en el 2030 haber alcanzado en la concesión el 100% de agua y cloaca”.

Prensa – AySA