En la batalla, ya mensual, de los sueldos ejecutivos contra la inflación las perdedoras, como ya es habitual en los últimos años, son las empresas. Este título se lo ganan todos los años las compañías si solo se tiene en cuenta el monto que todos los meses depositan a sus colaboradores, que no están bajo convenios colectivos de trabajo, en sus cuentas bancarias.
Según números de la más reciente encuesta de WTW entre casi 500 multinacionales y grandes grupos nacionales, solo el 38% de las organizaciones cree que podrá garantizar que sus ajustes salariales acumulados igualen a la inflación y un 33% ya sabe fehacientemente que no lo podrá hacer. El relevamiento se hizo entre el 2 y el 10 de octubre.
Sin embargo, pese a este escenario poco alentador, las compañías buscan innovar en opciones para hacer más atractivo el paquete de compensaciones. Por eso, además de incrementar la cantidad de ajustes anuales -en octubre, un 45% de empresas hizo revisión y en septiembre, 51% lo hará, según WTW-, está surgiendo una nueva tendencia: los beneficios voluntarios.
¿De qué se trata? A los descuentos que ya dan las organizaciones a través de cupones o vouchers en gimnasios, cadenas de supermercados, eventos de entretenimiento, entre otros, ahora se suman mejores condiciones de contratación en servicios, como seguro del auto o del hogar, cable y otros.
Pero además, teniendo en cuenta el contexto, las empresas también están ofreciendo distintas herramientas que ayuden al ahorro. Así, una práctica que fue creciendo mucho en el último tiempo es el asesoramiento financiero. Muchas compañías ya ofrecían una ayuda legal, pero ahora, tanto la educación como el asesoramiento en instrumentos de inversión, se está volviendo cada vez más común. A esto se le suma otra tendencia en alza en niveles gerenciales, también relacionada con el ahorro: la empresa como responsable de la creación de vehículos que invierten en el exterior a través de brokers. Y al aporte del empleado, se suma el matching de la organización. Un mecanismo similar al que tienen algunas compañías para el Plan de retiro.
Así, las empresas cada vez toman más el papel de negociadores de precios de grandes volúmenes, lo que hace el acuerdo más atractivo para los prestadores y, a la vez, se convierte en un punto más a analizar a la hora de dejar un trabajo.
El Cronista