NI UNA JUBILADA MENOS: SI SE DEROGA LA MORATORIA PREVISIONAL, EL 90% DE LAS MUJERES NO PODRÍA JUBILARSE

Lucía Corsiglia Mura es socióloga, especialista en políticas sociales y docente de Seguridad Social en la UNLP. En esta entrevista explica qué es exactamente la moratoria previsional, y lo grave que sería su derogación, tal como se pretende en el nuevo proyecto de Ley Bases presentado por el gobierno argentino.

— ¿Qué es la moratoria previsional?

La moratoria previsional es un mecanismo que se implementó en nuestro país y que fue muy efectivo para poder incluir en el derecho a jubilarse a las personas que alcanzaban la edad jubilatoria, pero no tenían la cantidad de aportes requeridos.

Recordemos que, en Argentina, los requisitos para jubilarse por el régimen de ANSES son: llegar a cierta edad (60 años las mujeres y 65 los varones) y contar con 30 años de aportes. Pero estos sólo se realizan con el trabajo registrado y, en la historia del país, no han dependido de la voluntad de la persona trabajadora.

Las personas que hoy tienen 60, que tenían 18 en un contexto donde el trabajo registrado era problemático; arrancaron su actividad laboral más o menos para el fin de la Dictadura, con todo el periodo de fábricas cerradas, represión y desocupación. Atravesaron la hiperinflación de Alfonsín, atravesaron los ‘90 con la hiperdesocupación. Entonces obviamente es muy probable que estas personas tengan dificultades para reunir los años de aportes requeridos.

La moratoria permitió que estas personas, independientemente de su género, pudieran solicitar su jubilación aun sin tener la totalidad de los aportes. ANSES realiza un cálculo de los aportes adeudados y se establece un plan para cancelar la deuda en cuotas mientras cobran la jubilación.

El hecho de cancelar aportes adeudados en realidad no es algo tan novedoso en sí mismo, pero lo que sí es muy novedoso, es que las moratorias que se empezaron a implementar desde el año 2005 permitían que esas cuotas se fueran debitando del mismo haber jubilatorio que cobraba la persona. Esto fundamentalmente garantizó que pudieran acceder personas que no tenían capital acumulado como para pagar una deuda en efectivo. De esa manera, en 2005, accedieron a la jubilación dos millones y medio de personas que estaban excluidas de ese derecho.

— ¿Y por qué se las ha llamado alguna vez “jubilación de ama de casa”?

Porque tuvieron un efecto muy notable en materia de género. Originalmente esto no fue algo buscado ni planificado. Lo que ocurre es que la cobertura de la seguridad social tiene una brecha muy grande de género, porque tiene un vínculo directo con la inserción en el mercado de trabajo formal a lo largo de la vida, y las mujeres tenemos tendencialmente una peor inserción en el mercado de trabajo. El nivel de desigualdades que vemos en las estadísticas de hoy, si miramos para el pasado era aun peor. Entonces al instrumentar una política que habilitó otras maneras de cancelar esos aportes de manera extemporánea, permitió que las mujeres tuvieran mayores posibilidades de jubilarse.

Las mujeres además, debido a la injusta distribución de trabajo de cuidado no remunerado, acceden a empleos con mayores niveles de informalidad, como por ejemplo, el trabajo en casas particulares y tienen trayectorias laborales interrumpidas muchas veces en la etapa de crianza de los hijos.

Esto no significa que esas mujeres fueran necesariamente amas de casa, más allá de que ser ama de casa significa cumplir tareas de trabajo reproductivo no remunerado y está muy bien reconocer ese trabajo. Pero las moratorias formalmente no es que reconocían eso, porque solicitaban una suerte de declaración de realización de trabajos como monotributista, y además, gran parte de esas mujeres tuvieron actividad laboral en el mercado de trabajo, pero fue fundamentalmente como trabajo no registrado. En muchos casos contaban con algunos periodos registrados y aportados a la seguridad social, pero muy insuficientes en relación a los 30 años que son requeridos.

 ¿Hoy en día cuánta gente en Argentina reúne los 30 años de aportes?

Para dar una idea, de las mujeres que están llegando ahora a los 60 años de edad, solamente 1 de cada 10 tiene 30 años de aporte cumplidos. Y si miramos a los varones, de los que llegan a los 65 años, solamente 3 de cada 10 cumplen con los 30 años de aporte.

 ¿Qué pasaría si se derogara la Ley de moratoria como se pretende desde el gobierno con el nuevo proyecto de Ley Bases?

Si se derogara la moratoria actualmente vigente, lo que ocurriría es que prácticamente nadie más podría jubilarse. O que un 90% de las mujeres no podría jubilarse y un 70% de los varones no podrían jubilarse al llegar a esa edad, porque no cumplen con el requisito de los años contribuidos (¹). Y esto generaría un proceso de desprotección muy grande. En el caso de los varones que superen una evaluación socioeconómica, eventualmente podrían acceder a la PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), que es una pensión no contributiva de menor calidad, porque otorga un 80% del haber mínimo y no genera derecho a pensión, entre otras desventajas. Y en el caso de las mujeres, quedarían sin ninguna cobertura entre los 60 y los 64 años de edad inclusive, y eventualmente, a los 65 años podrían incorporarse a la PUAM.

Las moratorias previsionales

En Argentina hubo distintas moratorias, con el fin de que las personas en edad de jubilarse pudieran pagar las cuotas faltantes para completar los 30 años de aportes y así poder acceder a ese derecho. Lucía Corsiglia explicó la importancia de algunas de ellas:

“De las más importantes, la primera arranca a fines de 2004 con la sanción de la Ley 25.994 de Jubilación Anticipada, que hizo que, en esa primera instancia que empezó en el año 2005, más o menos dos millones y medio de personas pudieran jubilarse, que anteriormente estaban excluidas del derecho a la cobertura previsional.”

“En 2014 se sancionó una nueva moratoria que también fue muy efectiva. Iba a durar dos años, después fue prorrogada gracias a la lucha que se llevó adelante, sobre todo por las mujeres sindicalistas, y venció en diciembre de 2022. Y en febrero de 2023 se sanciona una nueva Ley, la 27.705 de Plan de Pago de Deuda Previsional, que es una reversión mejorada de las moratorias anteriores: permite que pueda pagarse la deuda hasta en 120 cuotas, prolonga los períodos que pueden regularizarse hasta 2008 y además tiene una herramienta muy novedosa para gente que todavía no está en edad de jubilarse. Este plan de pago tiene vigencia en principio hasta febrero de 2025 y podría ser prorrogable. Es esta ley la que quieren ahora derogar en el proyecto de Ley de Bases”.

(¹) Los datos son del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino), calculados sobre el total de población activa e inactiva. Se pueden consultar en losBoletines Estadísticos de la Seguridad Socialde la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

(²) Para leer más sobre las moratorias previsionales: “La protección social de las mujeres en la era del delivery y el emprendedurismo”, de Lucía Corsiglia Mura para Asociación Lola Mora (2019).

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