El ministro de Economía, Luis Caputo, divulgó ayer a través de la red X que “en mayo el Sector Público Nacional registró superávit financiero de $1.183.571 millones” y aprovechó el envión para remarcar su tan remanida idea acerca de que si las cuentas públicas están en orden la inflación se reducirá de manera sencilla. “El ancla fiscal se afianza mes a mes y consolida el proceso de desinflación”, agregó con el soporte empírico de una baja notable en el Índice de Precios al consumidor (IPC) que en mayo dio un 4,2% sobre el 8,8% del mes previo.
A todo esto el Fondo Monetario Internacional (FMI) principal acreedor de la Argentina, realizó la octava revisión del acuerdo de servicio ampliado que tiene con nuestro país. Aunque el saldo fue positivo para la administración de Mieli, el organismo de crédito internacional pronóstico una caída del 3,5% en el producto bruto interno y una inflación estimada para todo el 2024 del 140%. Un número muy alto si se tienen en cuenta las drásticas medidas que el gobierno libertario ha tomado desde el inicio de su ciclo en la Casa Rosada. Además, se trata de pronósticos conservadores si se compara con otras consultora.
Con el diagnóstico en mano el FMI resolvió otorgarle a la Argentina un nuevo Derecho Especial de Giro (DEG) por unos 600 millones que equivalen a alrededor de 790 millones de dólares. Con este ingreso el ejecutivo estará en condiciones de cumplir con el próximo vencimiento de amortización con el FMI de aproximadamente 645 millones de dólares. El pago previsto para julio es el último pago de amortización al FMI contemplado dentro del marco del programa actual que vence en noviembre 2024. A partir de ese pago y durante los próximos 2 años (hasta septiembre de 2026) Argentina no enfrenta más vencimientos de amortización de principal con el FM.
Lo que no explica el ministro Caputo sobre el superávit es cómo se generó ese saldo positivo en las cuentas del estado entre los ingresos y las salidas del erario público. Para llegar a tener ese saldo acreedor el estado realizó un recorte extremo en las partidas asignadas a la obra pública y en especial a los giros de remesas para que las provincias puedan pagar los salarios a los docentes. Esa poda se hizo a través de la anulación del Fondo de Incentivo Docente (FONID) que el congreso tratará de reestablecer si es que cuenta con los votos necesarios. En total, se perdieron 130 mil empleos en 6 meses mientras creció la deuda
Otro de los recortes que han provocado que el gobierno se lleve como un triunfo el hecho de tener cinco meses de superávit primario se debe al fuerte recorte en el pago de haberes jubilatorios. En los primeros tres meses de 2024 los jubilados perdieron 30 puntos en sus ingresos ya que la formula no fue actualizada de acuerdo a la inflación.
En ese sentido el FMI le solicitó al gobierno argentino que tenga más contemplación con los más necesitados. “También será necesario proseguir los esfuerzos para apoyar a los más vulnerables, ampliar el apoyo político y garantizar una implementación ágil de las políticas”, dice el diagnóstico del Fondo. Además pone la lupa y le exige a la administración de Milei una pronta eliminación del “cepo cambiario” y le pone plazo al “dólar blend” que utilizan los exportadores para poder liquidar el 20% de sus ventas en dólares financieros y el 80% restante al oficial. En ese aspecto no va a haber ninguna concesión.
Por último el órgano de crédito le pide al gobierno argentino que acelere el tipo de cambio oficial y que deje de lado la mini devaluación del 2% mensual ya que considera que eso está provocando un atraso cambiario.
Milei y Caputo están dispuestos a continuar con las recetas acordadas pero una cosa es mirar a la argentina desde afuera y otra muy distinta es estar metido en una realidad que cada vez es más compleja.
APU (Agencia Paco Urondo)