El ex DT  ya tuvo reconocimientos en vida del Concejo Deliberante de La Plata y de la Universidad Nacional de La Plata, como así también de la legislatura porteña.

«Sabella fue un fiel representante de los valores de grandeza y humildad, por lo cual, y debido a su amplia carrera y logros obtenidos, a través de ella merece este reconocimiento por parte de toda la sociedad«, expresó el senador Juan Pablo Allan, autor del proyecto junto a su par Florencia Barcia.

En este sentido, el legislador platense destacó que «este vecino de La Plata, que prefería las diagonales a cualquier avenida del mundo donde pudo vivir, que abrió las puertas de su casa de Tolosa a quien lo necesitó, incluso en aquella trágica inundación de 2013, que elegía pasar sus veranos en las playas de la costa bonaerense, ha representado a la Provincia con valores dignos de ser honrados«.

Cabe destacar, que el ex DT  ya tuvo reconocimientos en vida del Concejo Deliberante de La Plata y de la Universidad Nacional de La Plata, como así también de la legislatura porteña.

Sabella, exfutbolista y exentrenador, DT del seleccionado argentino subcampeón del mundo en Brasil 2014, falleció el martes pasado a los 66 años en la clínica del barrio porteño de Belgrano donde estaba internado desde el pasado 25 de noviembre por una insuficiencia cardíaca. 

El 13 de julio del 2014 en el Maracaná dirigió su último partido. Nada menos que la final del mundo en Brasil contra Alemania, que se escapó por muy poco (0-1). Poco tiempo después comenzaron sus problemas de salud.

Primero tuvo complicaciones coronarias que recrudecieron en este último tiempo; luego un cáncer atravesó su vida. Con la pandemia de coronavirus sus apariciones públicas fueron escasas porque era una persona de riesgo.

Las últimas veces en que se mostró en público fueron el 9 y 10 de noviembre en las jornadas de la doble inauguración del estadio de Estudiantes y tuvo una nueva presencia pública cuando el «Pincha» presentó a su plantel en el estadio y se paró en el banco para dirigir al equipo del club contra los periodistas.

El 25 de noviembre, día de la muerte de Diego y luego de sentirse mal con una fuerte inflamación en sus piernas, su médico personal aconsejó internarlo en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires, que días después ante una ola de rumores emitió un comunicado y calificó su estado de «pronóstico reservado». Tenía una cardiopatía dilatada secundaria a enfermedad coronaria y cardiotoxicidad.

Los primeros días en la clínica del barrio de Belgrano fueron complejos, difíciles y en las últimas horas llegaron algunas noticias alentadoras: el viernes le había bajado la fiebre y pudo tener contacto con Silvana, su esposa y sus hijos, pero todo se complicó el lunes cuanto intentaron quitarle el respirador artificial.   

Pese a que intentaron volver a asistirlo mecánicamente porque no pudo respirar por sus propios medios, no pudieron salvarlo. A las 15.30 se conoció la noticia de su fallecimiento. El mundo del fútbol lo llora y «su» Estudiantes de La Plata ya lo tiene en el pedestal celestial de sus dioses.

Diputados Bonaerenses