El cepo que regirá por 30 días fue publicado en el Boletín Oficial de la República Argentina. El sector agropecuario comenzó el cese de la comercialización que mantendrá hasta el próximo viernes 28 de mayo.
El Gobierno nacional oficializó la suspensión por 30 días de la exportación de carne bovina, con excepción de aquella que forma parte de cuotas con ventajas arancelarias, como la Hilton europea, y en rechazo al cepo el campo inició el paro que mantendrá hasta el próximo viernes 28 de mayo.
A través de la resolución 75/2021, publicada hoy en el Boletín Oficial de la República Argentina, el Ministerio de Agricultura suspendió a partir de hoy y hasta el 19 de junio próximo la aprobación de solicitudes de Declaración Jurada de Operaciones de Exportación de Carne (DJEC) de los productos de origen bovino.
La cartera nacional aclaró que el cepo a las exportaciones dispuesto por el presidente Alberto Fernández «podrá darse por concluida una vez que se verifique el normal abastecimiento» del producto y «a precios razonables«. La pulseada de fondo es por el valor de los alimentos.
Asimismo, el Gobierno exceptuó a las mercaderías destinadas al consumo y que sean exportadas dentro de los contingentes arancelarios otorgados por terceros países a la Argentina, amparados por certificados de autenticidad y exportación.
La normativa remarcó que la Ley 22.415 admite cierto freno a las exportaciones, sean o no económicas, cuando tengan por finalidad estabilizar los precios internos a niveles convenientes o mantener un volumen de oferta adecuado a las necesidades de abastecimiento del mercado interno.
La ley también contempla los casos en que se deba resguardar la buena fe comercial, a fin de impedir las prácticas que pudieren inducir a error a los consumidores; afirmar la soberanía nacional o defensa de las instituciones políticas del Estado; y garantizar la salud pública y la política alimentaria.
La cartera de Agricultura destacó que «de conformidad con el actual avance del mercado exportador de carnes, sus precios han experimentado un alza sostenida, producto de la creciente demanda de dichos productos, principalmente por parte de los mercados asiáticos».
Asimismo, el Ministerio nacional señaló que «esta situación ha generado que los precios internos acompañen los de exportación de la carne vacuna, en un contexto donde el precio mundial de los alimentos ha aumentado significativamente«.
Por eso remarcó que «aceptar sin más, la fijación de valores del mercado internacional para alimentos locales que constituyen productos básicos de la mesa de los argentinos y las argentinas, implicaría renunciar a los deberes básicos en materia de política económica«.
Además, puntualizó que «bajo esos parámetros, surge que en materia de comercialización de los productos cárnicos de origen bovino existe una distorsión de precios que superan los índices generales de inflación en materia de alimentos y que impiden el normal abastecimiento del mercado interno».
También la resolución subrayó que «el Ministerio de Desarrollo Social en un informe técnico contextualiza la situación, mostrando alarmantes índices de pobreza e indigencia«, con lo cual consideró que «en consecuencia resulta oportuno suspender la emisión y aprobación de las DJEC«.
Paro del campo contra el cepo a la exportación de carne
Al mismo tiempo que el Gobierno nacional oficializaba el freno a las exportaciones de carne, las entidades agropecuarias nucleadas en la Mesa de Enlace arrancaban el paro que se extenderá hasta el próximo viernes 28 de mayo, que se prevé suspenda los remates previstos en todo el país.
“Va a haber un cese de comercialización en todas sus órdenes y categorías. Hay garantía de que todas las ferias se van a suspender para estos días y con eso hay seguridad de que no va a ingresar hacienda al Mercado de Liniers S.A., aunque va a estar abierto”, dijo Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA).
Entre los principales argumentos del campo para impugnar la medida de Alberto Fernández, está el relacionado a que cuando dicha decisión se aplicó en 2006 bajo la presidencia de Néstor Kirchner, no sirvió para bajar los precios de la carne y provocó un severo daño a la producción y frigoríficos.
“Es muy difícil hacer una medida de fuerza en un contexto de pandemia de coronavirus, pero hay que expresar el malestar que hay en el interior productivo por la medida, que va en el sentido contrario a incentivar la producción para abastecer el mercado interno y externo”, dijo Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas.
Hay sectores que reclaman que se incluya el freno de la comercialización de los granos a la medida de fuerza. Mientras tanto, el Gobierno abrirá un canal de diálogo con sectores de la exportación de carne vacuna y del Consejo Agroindustrial Argentino, para encontrar una salida y levantar las restricciones antes de los 30 días.
“Toda vaca que ande por el país no se va a vender. Se está adhiriendo el Centro de Consignatarios y el Mercado de Liniers S.A. a la medida, a esto también se suman las firmas consignatarias, hasta suspender los remates”, añadió el dirigente agropecuario, Chemes.
Diputados Bonaerenses