Manuel Beccar Varela estaba imputado por homicidio culposo agravado por matar a una joven en un choque de lanchas en 2018. Llegó a un acuerdo con la familia y la Justicia archivó la causa.
El prestigioso abogado, integrante de un poderoso estudio y con experiencia como funcionario judicial, conocedor de cada una de las posibilidades que brinda la justicia, tuvo además el tiempo a su favor. Muy cerca del inicio del juicio que se postergó por la pandemia, logró arribar a un acuerdo con la familia, mecanismo previsto en la ley resolución alternativa de conflictos. En ciertos casos como éste bajo una carátula de homicidio culposo (no doloso) se puede evitar el juicio en un mecanismo similar a la “probation” mediante el acuerdo de las partes.
Beccar Varela logró así eludir los cargos por homicidio culposo agravado por la muerte de Tamara Suetta, quien viajaba junto a sus padres –que sufrieron politrumatismos- en una lancha que fue embestida por otra de mayor porte el 23 de marzo de 2018 en una curva del río Carapachay.
El letrado conducía la lancha “Bicuña” según se determinó en la investigación, con 0,83 gramos de alcohol por cada litro en sangre cuando el máximo permitido al momento del hecho era de 0,50.
En una entrevista que brindó a Clarín, el abogado sostuvo que el resultado del test de alcoholemia “fue sorpresivo” para él, “ya que estaba plenamente consciente durante el manejo e incluso en todo momento asistí a las víctimas”. Más allá de su percepción del momento, también lo complicaban las pericias sobre la velocidad a la que conducía su embarcación junto a seis amigos: entre 3.400 y 3.500 revoluciones por minuto del motor, lo cual para la pericia constituyó “una velocidad considerada excesiva” para las condiciones de navegabilidad de la zona y el horario del incidente. Además, la lancha era prestada y tenía prohibición de navegar.
Asimismo según lo peritado, Beccar Varela se desplazaba en su embarcación por el carril contrario en dirección al puerto de Tigre, y por esta maniobra al girar impactó de lleno contra la embarcación “Correcamino”, golpe que le causó la muerte inmediata a Tamara.
En su momento el fiscal de Tigre Mariano Magaz consideró que el abogado realizaba “una navegación negligente, imprudente y en clara violación al deber objetivo de cuidado que le correspondía en la conducción de una lancha a motor”.
La pena prevista para los delitos por los cuales Beccar Varela debía a enfrentar en juicio oral por homicidio de la joven, y también por las lesiones de los padres, Ángel Suetta y Elena Fontini oscila entre los seis meses y los tres años, por lo cual difícilmente hubiese terminado en prisión. También logró evitar ir al banquillo, ya que la familia accedió a su ofrecimiento en la última instancia posible, la audiencia ante el Juzgado Correccional N° 1 de San Fernando.
Ante el Tribunal la víctima querellante aceptó la apertura de la instancia de conciliación, prevista en el mecanismo de resolución alternativa de conflictos que sólo puede tener lugar en instancias previas al inicio del juicio.
Al haberse arribado a un acuerdo, el caso pasa a archivo, y el acusado conserva su prontuario sin manchas, ya que el acuerdo no implica la aceptación de la culpa por parte del acusado.
Según contaron fuentes del caso con acceso al expediente citadas por InfoBAE, la instancia de mediación se resolvió rápidamente, y el ofrecimiento económico habría sido superior a la que se estipula en estos casos. No fue sólo la pérdida de la vida de Tamara, su padre estuvo a punto de quedar hemipléjico y tuvo que abandonar el trabajo físico en la empresa familiar de reparación de barcos.
Con decenas de choques fatales de embarcaciones registrados en los últimos años, el reclamo de mayores controles en las aguas del Delta es una constante por parte de los vecinos de la región por el descontrol que se produce principalmente los fines de semana en el ámbito fluvial. Desde hace unas semanas en Tigre el nivel de alcohol permitido al volante es cero, pero se desconoce si Prefectura controlará bajo la normativa emanada por la comuna.
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