El Gobierno nacional dispuso un drástico recorte y desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), una decisión que suscitó el inmediato rechazo de distintas personalidades de la cultura que hablaron de “saña” por parte de la gestión de Javier Milei.
Según se informó oficialmente en la noche del lunes, la secretaría de Cultura –que depende del ministerio de Capital Humano- “cumpliendo con el mandato de auditar y recortar, encomendado por el presidente Javier Milei, ha iniciado un proceso de reordenamiento” del Incaa.
El gobierno informó que se encontró en el organismo “una situación económica delicada, con un déficit de 4 millones de dólares, una parte financiados por el Tesoro Nacional y la otra pospuesta y a pagar por la actual administración” y dijo que “es falso que el Incaa se autofinancia”.
Entre las medidas adoptadas, se resolvió una reducción drástica de los gastos del Instituto, suspendiendo las transferencias a las provincias, viajes al exterior, financiación de festivales, pago de horas extras, contratación de telefonía móvil y viáticos.
Además, con el objetivo de reducir los 8 millones de dólares destinados a salarios del personal, no se renovará ningún contrato de locación de obra con vencimiento del 31 de marzo.
“Nuestro
compromiso con el déficit 0% es innegociable. Se terminaron los años en
los que se financiaban festivales de cine con el hambre de miles de
chicos”, concluye el comunicado oficial.
Reacciones
Varias personalidades del cine y la cultura salieron en las últimas horas en sus redes sociales a rechazar el recorte dispuesto por el Gobierno nacional.
“Una cosa es achicar y otra es saña. Destruir y mentir es una pena. Si hay que achicar y hacer 100 películas en vez de 200 se hace, en todo país en crisis se achica el gasto”, dijo la actriz Julieta Díaz.
Para la artista Verónica Llinas, “no hay nada más cruel y perverso que causar un daño innecesario” y si bien admitió que el Incaa tuvo “períodos oscuros y fallas en su funcionamiento”, podría “sanearse cambiando los mecanismos que les permitieron a algunos vivos usar los recursos en su propio beneficio. De este modo perdemos todos”.
Para la presidenta del Instituto Cultural de la provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout, el presidente Milei “no tuvo los votos en el Congreso y ahora quiere cerrar el Incaa por la fuerza” y advirtió: “No muestren más números, esto es la decisión política de aniquilar la cultura nacional”.
“Hay un ensañamiento muy político, ideológico, contra el cine. Parece haber sido identificado como un sector adverso a las ideas que están en el poder”, dijo, por su parte, Benjamín Naishtat, cineasta y guionista, en declaraciones a la radio AM750.
En el mismo sentido, Adrian Caetano –director y productor audiovisual- aseveró, en diálogo con la radio on line Futurock- que “no son medidas ni de derecha, ni siquiera políticas culturales, nunca vi algo de este estilo”.
También la actriz Cecilia Roth expresó su preocupación por las medidas: “Me preocupa el cierre del Incaa, no es un tema de dinero. Lo que está pasando es muy grave, están haciendo de Argentina un país desaparecido”.
Desde el Gobierno, el subsecretario de Prensa, Javier Lanari, defendió la medida adoptada y recordó fue una promesa de la campaña electoral: “La motosierra en el Incaa marca el fin del cine y los documentales militantes. Se terminó la propaganda partidaria con fondos de la gente. Otra promesa de campaña cumplida”, sostuvo.
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