Mientras el delito no cede, el Municipio sólo cuenta con una cámara de seguridad en funcionamiento y apenas un puñado de agentes de Control Urbano. Además, un integrante del Gabinete tiene una grave denuncia penal.
El intendente de Bradsen, Daniel Capeletti (UCR – Juntos por el Cambio), se encuentra jaqueado por los reiterados hechos de inseguridad y por las denuncias penales que pesan sobre funcionarios de su Gabinete.
En las últimas horas se registraron dos violentos robos a mano armada en comercios, varios ilícitos en barrios, y hasta el secretario de Gobierno del distrito de la Tercera, Antonio Marra, fue víctima de la inseguridad.
De acuerdo a lo que pudo reconstruir este medio, el Municipio cuenta con un importante déficit en materia de equipamiento para prevenir la proliferación del delito. Un verdadero caldo de cultivo para la delincuencia.
Por caso, el Centro de Monitoreo local, apenas cuenta con una cámara de seguridad que graba y dos que sólo filman, dejando diferentes zonas del distrito liberado para el accionar de los malvivientes.
Por otro lado, apenas cuenta con sólo tiene 6 agentes de Control Urbano para hacer control de todo el distrito, cuando tiene tres ingresos diferentes a la localidad.
Sin dudas, se trata de una falencia de personal que no permite poner en pie los turnos necesarios para custodiar los ingresos y por ese motivo son frecuentes los requerimientos del intendente a la Policía Bonaerense.
Sin embargo, no es el único frente complicado para Capeletti. Definitivamente, algo no huele bien en el Gabinete con el secretario de Salud y Desarrollo Social, Pablo Costela.
El funcionario afronta una denuncia penal por utilizar un sello de él apócrifo y falsificar la firma de un médico clínico que presta servicios en el Hospital Francisco Caram desde julio del año pasado.
El profesional de la salud se enteró de la irregularidad con un llamado de la firma Trenes Argentinos en donde le requerían corroborar un certificado médico para un empleado que nunca había emitido.
Al revisar el documento el médico Joaho Espinoza constató que etaba realizado con un recetario con membrete del Hospital municipal de Brandsen, con un sello a su nombre y una supuesta firma emulando la suya.
El trabajador de Trenes Argentinos que recibió el certificado resultó ser esposo de una personal administrativa de facturación del Sistema de Atención Médica Organizada (SAMO).
Casualmente, quien delegó a la administrativa como responsable de los sellos fue Costela, quien además figura como responsable de toda la facturación del SAME.
De acuerdo al relato del médico perjudicado, se reunió con el funcionario quien le confirmó que había sido el quien mandó hacer el sello sin su autorización ni consentimiento porque quería sacar “una facturación urgente”.
Diputados Bonaerenses