El Presupuesto porteño para el año que viene, que fue aprobado por la Legislatura la semana pasada, no prevé obras de expansión de la red de Subte. Afuera quedaron obras largamente postergadas como la estación Sáenz, el tramo norte de la línea H o la línea F, de la que solo se menciona la idea de avanzar con los estudios. La terminación del Nodo Obelisco, la compra de nuevos trenes para la línea B y la finalización de las obras de señalamiento de la línea D son algunas de las pocas obras de importancia contempladas.
El pasado jueves, tras la asunción de Jorge Macri como nuevo Jefe de Gobierno porteño, la Legislatura aprobó el Presupuesto 2024 para la Ciudad de Buenos Aires.
Tal como venía ocurriendo en los últimos años, la norma, que se convirtió en ley con 32 votos afirmativos del interbloque oficialista, no contempla partidas para la extensión de la red de subterráneos.
No se proyecta avanzar con la terminación de la línea H -que está inconclusa por ambos extremos- ni comenzar con la construcción de ninguna de las tres líneas previstas en la ley 670 (F, G e I), cuyas trazas fueron aprobadas por la Legislatura hace más de 20 años. En cambio, se proyecta continuar con las actuales obras de mejoramiento de la red existente.
La inversión más importante proyectada para el próximo año es la continuación de los trabajos del Nodo Obelisco, que ya están notablemente avanzados.
Si bien las etapas más visibles de la obra ya están finalizadas –en agosto pasado se inauguró el nuevo pasillo de combinación entre las líneas B y C, pieza clave del proyecto- aún restan algunas terminaciones, tales como la desembocadura del citado pasillo en el distribuidor de Diagonal Norte, la instalación de ascensores en la estación Nueve de Julio y la construcción de salas auxiliares.
A su vez, se prevé continuar con la modernización del sistema de señalamiento de la línea D, donde se está reemplazando el actual sistema ATP (Automatic Train Protection) por un más moderno CBTC (Communications-Based Train Control), como el que funciona en las líneas C y H. Tal como explicó enelSubte, estos trabajos tienen un avance superior al 90% y se estima su finalización para los próximos meses.
Vale recordar que tanto los trabajos del Nodo Obelisco como los del CBTC de la línea D son financiados con un crédito de 105 millones de dólares del Banco Europeo de Inversiones (BEI), aprobado años atrás.
La otra inversión de importancia que se menciona en el Presupuesto 2024 es la compra de 16 nuevos trenes para la línea B. Esta demorada operación, que había sido incluida en anteriores presupuestos, recién tuvo avances este año: el lanzamiento de la compra se concretó en agosto pasado. La licitación, sin embargo, ha sufrido contratiempos: la presentación de ofertas, que estaba prevista para este mes, fue reprogramada para marzo próximo.
Vale notar que a pesar de haber sido incluida en la ley, esta compra no tiene partidas asignadas. Se estima que una vez adjudicado el contrato, se enviará un proyecto a la Legislatura para tomar deuda para afrontar la inversión, de manera análoga a lo que en su momento ocurrió con otras compras de material rodante, tales como los CNR de las líneas A y C o los Alstom Serie 300 de las líneas D y H.
El resto de proyectos mencionados en la norma son más bien menores: la renovación y ampliación de los medios de elevación para “mejorar la experiencia al usuario en cuanto al funcionamiento y cantidad de escaleras y ascensores”, la readecuación de la infraestructura eléctrica, y prometidas mejoras en la frecuencia, entre otras intervenciones.
Entre estas iniciativas cabe destacar dos. Por un lado, se prevé continuar con el proyecto de puesta en valor de estaciones. Si bien en 2022 se había anunciado la refacción de una veintena de paradas en tres etapas, el proyecto quedó a media máquina: la segunda etapa fue suspendida y la tercera no llegó a ser licitada. Solo cinco estaciones fueron intervenidas, una sexta -Facultad de Medicina- está en proceso y una séptima -Pasteur- fue recientemente relicitada.
Por otra parte, se prevé dar continuidad “al plan de desasbestización” de trenes e instalaciones fijas, un asunto que durante este año estuvo en el centro de un prolongado conflicto gremial con los trabajadores del Subte.
Las obras que quedaron afuera
El Presupuesto aprobado no contempla la construcción de ninguna nueva estación de Subte. Vale recordar que desde que fue inaugurada la extensión de la línea E a Retiro, en junio de 2019, no queda ninguna estación en obra en la Ciudad. Es la primera vez que esto ocurre en más de medio siglo.
El proyecto más afectado por esta parálisis en la expansión de la red es la línea H, que permanece inconclusa por ambos extremos a más de 15 años de haberse inaugurado y a más de 20 años del inicio de su construcción.
El freno es particularmente grave en el caso de la estación Sáenz, su terminal sur, cuya construcción llegó a ser adjudicada en 2011, pero luego fue dada de baja. Tal es el grado de parálisis del proyecto que hasta se cayeron las expropiaciones de los inmuebles donde se iban a construir los accesos a la estación, que no fueron renovadas por el Gobierno de la Ciudad.
Desde Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) aseguran que si bien el proyecto no ha sido abandonado, está “en suspenso” y “en revisión” con el argumento de complicaciones en el suelo del tramo Hospitales – Sáenz. Vale recordar que la estación es considerada por los especialistas como la más importante de la línea por su potencial intermodal, dada la conexión con la línea Belgrano Sur –que está siendo extendida y renovada y que será electrificada en el mediano plazo– y con las numerosas líneas de colectivo que transitan por el Centro de Trasbordo de Pompeya.
El tramo norte (Facultad de Derecho – Retiro) permanece en una indefinición aún mayor: no tiene fecha alguna y ni siquiera ha sido licitado. La reubicación de la estación Facultad de Derecho y la modificación de la traza, cambiando la Avenida del Libertador por el Barrio 31, ha tornado inviable su concreción en el mediano plazo. El propio presidente de SBASE afirmó tiempo atrás ante este medio que la obra de ese sector no es considerada prioritaria.
Aún más rezagadas se encuentran las trazas contempladas en la ley 670 (líneas F, G e I), que fueron aprobadas por la Legislatura hace más de dos décadas, sin que a la fecha se tengan planes para comenzar con la construcción de ninguna de ellas.
El Presupuesto aprobado solo contiene una breve mención a “desarrollar la ingeniería para la licitación de la línea F”, que uniría Barracas y Palermo. Se trata de una fórmula textualmente calcada de los presupuestos de 2021, 2022 y 2023, años en que los avances en la materia fueron nulos.
Sin ir más lejos, en mayo de 2022, y tras 14 postergaciones, la Ciudad decidió dar de baja la licitación de los estudios de la línea F que había sido lanzada en 2019. En aquel entonces se prometió que la ingeniería de la línea sería desarrollada por equipos propios de SBASE, sin recurrir a servicios de consultoría externa.
Hasta el momento, los avances han sido más bien escasos. Desde SBASE aseguran que está “prácticamente finalizado el diseño conceptual” de la línea F, pero que todavía no se ha avanzado en la ingeniería básica licitatoria. No obstante, vale aclarar que la elaboración de estos estudios no tiene ningún efecto concreto sobre la eventual construcción de la línea -o de al menos parte de ella-: la obra no tiene plazos ni presupuesto asignado.
EnelSubte