LA REUNIÓN DE LOS «GORDOS» DE LA CGT CON LARRETA TENSIONA LA UNIDAD DEL TRIUNVIRATO SINDICAL

Una reunión entre Horacio Rodríguez Larreta y dirigentes de la CGT en la que se habló de sus propuestas para el mercado laboral abrió un nuevo conflicto entre los «gordos» de la central obrera y el sector más combativo referenciado en Pablo Moyano.

El acto por el Día del Trabajador de la CGT desnudó las internas que vive el sindicalismo argentino, a pocos meses de las elecciones.

Una de las ausencias más significativas fue la del líder de Camioneros, Pablo Moyano. El cosecretario general de la central obrera no estuvo en el club Defensores de Belgrano en el evento del martes que reunió a miles de gremialistas, aunque el gremio sí envió una importante delegación de afiliados.

Los otros ausentes de peso fueron Omar Plaini (canillitas) Abel Furlán (UOM) y Mario Manrique (SMATA). «Nos pareció que estar o no allí no hacía a la cuestión de fondo«, explicó Plaini.

Uno de los principales puntos del conflicto fue la reunión secreta que mantuvieron «los gordos» con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a mediados de la semana pasada.

La cumbre, confirmada este martes por Andrés Rodríguez, de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), se realizó en la sede del gremio de Sanidad, que conduce otro de los cosecretarios, Héctor Daer.

Hasta allí fueron Rodríguez Larreta junto con Ezequiel Jarvis, el subsecretario de Trabajo de la ciudad de Buenos Aires, y Hernán Lacunza, exministro de Economía de Mauricio Macri y actual asesor económico del PRO. Por la CGT estuvieron Daer, Rodríguez, Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Jorge Sola (empleados del mercado asegurador).

Durante el encuentro el jefe de Gobierno negó tener en carpeta una reforma laboral integral con tránsito parlamentario como la que intentó Macri durante el gobierno de Cambiemos. En cambio, el funcionario les dijo a los sindicalistas que apuntará, en caso de ganar las elecciones, a una «modernización de los esquemas laborales mediante las discusiones de los convenios colectivos de trabajo, de manera individual y por sectores». En rigor, hablar una «modernización de las leyes» no es más que un eufemismo para referirse a una reforma laboral concreta.

Pablo Moyano -distanciado de su padre Hugo que sí estuvo en el acto-, cosecretario general de la organización, criticó a sus pares que acudieron al encuentro:

«Yo no participé y no voy a reunirme con quien quiere sacarle derechos a los laburantes y prohibirles el derecho de reclamar», publicó en sus redes sociales el camionero.

Manrique, por su parte, fue mucho más incisivo a la hora de cuestionar el encuentro, en el que también se discutió la venta del histórico edificio de la CGT.

Larreta le propuso a la CGT comprar el edificio de Azopardo, sede histórica de la central obrera. El alcalde quiere hacer allí un museo de los trabajadores.

«Cuando Andrés Rodríguez plantea que van a vender el edificio de la CGT porque ya arreglaron con Larreta, que van a poner otro edificio y nadie dice nada, nos damos cuenta de que para ellos esto es un sello que les sirve para la política«, dijo Manrique en declaraciones radiales.

«Están entregando la historia de la CGT. No se puede vender la historia del movimiento obrero. Ahí estuvo el cuerpo de Evita. Ni siquiera se puede poner en consideración. Tenemos un movimiento obrero que perdió hasta la identidad. Por eso no participe del acto«, siguió el secretario general de SMATA.

Y desde el entorno de Moyano recordaron que la sede fue declarada Monumento Histórico Nacional mediante el decreto 1233 del año 2007 bajo la presidencia de Néstor Kirchner, por lo que no puede ser vendida.

El Agora Digital

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