En 2018, el 24,4% de los estudiantes de 17 años habían abandonado la escuela. En 2022, el porcentaje descendió al 15,1%. En el mismo período, subió del 46,6 al 59,5% la cantidad de alumnos y alumnas en el curso correspondiente a su edad, sin repitencias.
El porcentaje de estudiantes que abandonó la escuela secundaria en la Argentina descendió en los últimos cuatro años: del 24,4% en 2018 al 15,1% en 2022. Esta baja de 9,3 puntos porcentuales se desprende del informe “Trayectorias escolares: ¿Cuántos estudiantes abandonan la secundaria en Argentina?”, del Observatorio de Argentinos por la Educación. Una buena noticia, que no oculta lo mucho que falta para fortalecer la formación secundaria en el país.
La ONG, que suele ser muy crítica de las políticas educativas del Gobierno, analizó los niveles de abandono escolar en la secundaria para el período 2012-2022 a partir del seguimiento de cohortes de estudiantes según los últimos datos del Relevamiento Anual del Ministerio de Educación de la Nación.
La primera cohorte estudiada fue la de quienes tenían 11 años en 2012. A los 17 años (en 2018), un 24,4% de estos alumnos habían abandonado la escuela. Mientras que menos de la mitad -el 46,6%- se encontraba en la edad teórica, en el curso correspondiente a su edad. Cuatro años después, para la cohorte de los estudiantes que tenían 11 años en 2016, un 15,1% había abandonado la escuela. Y el 59,5% se encontraban en edad teórica.
Ese dato se relaciona con otro informe reciente del Observatorio, que reflejó que el 61% de chicos y chicas que ingresaron a primer grado en 2011 terminaron la secundaria en 2022, sin repetir ni abandonar. El número está por encima de la medición 2009-2020. Sin embargo, bajó la cantidad de estudiantes que egresa con conocimientos satisfactorios en Lengua y Matemática, según las pruebas Aprender.
Buena noticia, con matices
“La caída generalizada del abandono en el nivel secundario es una buena noticia que da cuenta de los esfuerzos individuales de los estudiantes, de sus familias, de los equipos escolares y del Estado por hacer de la escuela el lugar de pertenencia de los jóvenes”, destacó Esteban Torre, director del programa de Educación de Cippec. “Sin embargo –agregó- persisten altos niveles de exclusión y esto requiere de estrategias que permitan anticipar situaciones de riesgo de abandono y promover intervenciones oportunas”.
Para Paz Míguez, Directora Ejecutiva de Fundación Éforo y coautora del informe, “si bien los datos oficiales analizados estiman que el nivel de abandono escolar en la escuela secundaria bajó en todas las jurisdicciones argentinas durante los últimos años, la buena noticia tiene sus limitaciones”. En ese sentido, cuestionó que “como ocurre con otros sistemas de información en nuestro país, la información educativa está fragmentada y no es concluyente para medir el abandono escolar”. Por caso, “no es posible conocer si quieres se inscribieron al inicio del ciclo lectivo dejaron la escuela durante el año, tampoco se considera en este análisis terminalidad, niveles de aprendizaje ni a quienes quedaron por fuera del sistema, es decir, estudiantes que no se matricularon”.
Bruno Videla, docente de escuela secundaria, criticó que se hayan flexibilizado las condiciones de aprobación y la acreditación de materias pendientes. “Podemos deducir que la disminución del abandono escolar no es un resultado que podamos festejar con demasiado entusiasmo, porque pareciera que la causa es que se bajó la vara”, descalificó.
Su par María de los Ángeles Centurión, en cambio, celebró la baja del abandono escolar por considerar que “seguramente, con más chicos y jóvenes alojados en el sistema, tendremos más oportunidades de revertir otras cifras preocupantes para lograr una mejora general de los aprendizajes”.
Trayectorias acompañadas para evitar el abandono escolar
El período analizado en el informe incluye la etapa de cuarentena por la pandemia de Covid-19, con todas las alteraciones y transformaciones que implicó para la continuidad escolar. De hecho fue durante el momento más álgido de la pandemia que el Estado puso foco en quienes estaban alejándose de la escuela, para intentar frenar el abandono y que regresaran a las aulas (virtuales o presenciales) muchas y muchos alumnos en todo el país.
En agosto de 2020, el Ministerio de Educación de la Nación creó el programa Acompañar: Puentes de igualdad, aprobado de forma unánime por la asamblea del Consejo Federal de Educación, a través de la resolución 369/20. “El principal objetivo del programa, impulsado desde la Secretaría de Educación, es ir en busca de aquellas y aquellos estudiantes cuyas trayectorias educativas se hayan visto afectadas por la pandemia y asegurar su permanencia en el sistema educativo”, indicaba la información oficial.
Luego, en octubre de 2021, se lanzó el Programa Nacional Volvé a la Escuela, con acciones territoriales de búsqueda de estudiantes –en algunas zonas, casa por casa- para recuperar su nexo con la escuela. En los primeros dos meses desde su puesta en marcha, el programa había revinculado a 400 mil chicos, casi la mitad de los que habían dejado sus estudios por cuestiones relacionadas a la pandemia.
Desigualdades
El nuevo informe sobre trayectorias escolares también plasma las desigualdades que se dan a nivel nacional. En 2022, las provincias con mayores tasas de abandono acumulado para los estudiantes de 17 años fueron Santiago del Estero (35,6%), Misiones (34,2%) y Formosa (28,9%). Por el contrario, las provincias con menor porcentaje de abandono fueron La Pampa (3,6%), Tierra del Fuego (6,9%) y CABA (9,0%).
Si bien el abandono escolar acumulado para los estudiantes de 17 años disminuyó en todas las provincias, lo hizo en distintas proporciones. Las mayores reducciones se dieron en San Luis (14,3 puntos porcentuales), Mendoza (13,3 pp) y Jujuy (11,1 pp). Al mismo tiempo, La Rioja (4,5 pp), Chaco (5,5 pp) y Misiones (5,7 pp) fueron las que menos redujeron el abandono acumulado para estudiantes de esa edad.
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