El ministro de Economía cerró un acuerdo con las empresas de combustibles para que no haya más aumentos hasta el 31 de octubre, un esquema que espera replicar en los próximos días con otros sectores. «Hoy mi responsabilidad es estabilizar variables y congelar precios», sostuvo anoche en una entrevista. En el entorno del ministro coincidían que en la efectividad de esos acuerdos, la recomposición de los salarios y los desembolsos del FMI se jugaría mucho de la suerte electoral.
«Hoy mi responsabilidad es estabilizar variables, congelar precios», insistió Sergio Massa respecto al rol que le corresponde para este tramo de la pre-campaña para las elecciones presidenciales. Fue justo después de haber anunciado un congelamiento de los precios de combustibles hasta el 31 de octubre, que prometió como «el primero de varios» luego de la decisión de devaluar a inicios de la semana y los aumentos que eso disparó. El ministro sabe que se juega buena parte de su suerte en la efectividad de esos acuerdos sectoriales y la recomposición de ingresos que otorgue a los trabajadores, que sigue negociando y anunciará la semana próxima. En medio, Massa viajará a Washington para cerrar el desembolso del FMI, que buscará mostrar como el fin del problema de la falta de dólares de aquí hasta fin de año y, con eso, el inicio de una nueva etapa. «Trabajo, educación y producción», definió los tres pilares de su modelo para contraponerlo al de Javier Milei.
Luego de un par de días de silencio posteriores a las primarias del domingo, Massa comenzó la más saludable costumbre nocturna de recorrer programas de televisión para explicar lo que viene haciendo y sus ideas a futuro en caso de resultar electo presidente. Insistió en que se mantendrá en el cargo hasta fin del mandato y que cree que la gente terminará valorando que haya aceptado agarrar la «papa caliente» de la conducción económica, cuando estaba mucho más cómodo presidiendo la Cámara de Diputados. «Era lo que tenía que hacer para la estabilidad de Argentina», consideró en una entrevista con Crónica TV. La cuestión es que la situación no se ve muy estable, por eso la necesidad de apurar acuerdos como el cerrado anoche con las empresas de combustibles luego de los aumentos de esta semana.
«No puede pasar que las empresas trasladen automáticamente a la gente el costo», insistió el ministro y candidato respecto a lo sucedido luego de la devaluación del dólar oficial resuelta el lunes, una decisión tomada por condicionamiento del FMI. Massa designó un equipo encabezado por el titular de la Aduana y hombre de su confianza, Guillermo Michel, para negociar los nuevos acuerdos de precios. La lógica es ofrecer beneficios fiscales a las empresas para que no trasladen los aumentos de costos al público y que quienes no cumplen pierdan los beneficios. El ministro se jugará mucho de sus posibilidades en la efectividad de esos acuerdos y que los precios se mantengan relativamente estables hasta las elecciones de octubre.
Massa volvió a colocar como central la negociación con el FMI. «Me llevó tres meses negociar que el Fondo no vuelva hasta después de las elecciones, que la devaluación pasara del 100% al 20% que reclamaban», especificó. El ministro viajará el martes que viene a Washington para terminar de cerrar el desembolso de 7.500 millones de dólares que servirá para tranquilizar los mercados. De hecho, el dólar blue bajó ayer de 780 a 760 pesos. «Primeros cuatro día estabilización de variables macro, segundos cuatro días estabilización de precios. A partir de ver cómo quedó la macro y cómo quedaron los precios decirle a la gente ‘esto es lo que perdiste por la devaluación, por lo que nos impuso el Fondo, por la herencia de Macri o por lo que sea, te lo compenso de esta manera’«, adelantó.
La compensación llegará en forma de suma fija para los trabajadores, mejora de las asignaciones familiares y de la AUH, y también en la canasta de los jubilados. Además, incluyó en el paquete el acceso al crédito y puso como ejemplo el pago del mínimo con la tarjeta, con un interés que se fue por las nubes. «Y que no me vengan con el verso del ‘plan patita’, lo que vamos a hacer es compensar el daño que generó la devaluación que nos impuso el Fondo, que nos trajo Macri a la Argentina y que yo no renegocié», puntualizó.
Esta recomposición, reclamada desde hace meses desde el kirchnerismo y sectores sindicales, prometió que será rápido, aunque no detalló a quiénes comprenderá ni el monto. Al respecto, hay una negociación con los intendentes, porque los salarios más bajos de la escala corresponden a trabajadores municipales. Con respecto al sector privado, también estudian beneficios fiscales para las pymes para facilitarle el pago del aumento.
Hay una nueva comunicación de parte de Unión por la Patria, si se quiere más parecida a la que utiliza Milei. Participación en programas televisivos y luego recorte de videos de menos de un minuto para viralizar a través de las redes sociales. Uno de ellos, subido ayer, era la réplica televisiva del miércoles a la noche de Massa a propósito del desconocimiento que mostró Milei del funcionamiento del Estado al comparar al Conicet con la NASA, la agencia espacial norteamericana, cuyo correlato nacional correcto es la Comisión Nacional de Acitividades Espaciales (Conae), que fabrica el satélite argentino Saocom, y que cuenta con apenas 300 empleados. Habrá más de eso, compaginando expresiones de uno y otro.
Aunque critica tanto a Milei como a Patricia Bullrich, claramente se nota la intención de Massa de polarizar con el libertario, con quien imagina compitiendo en el ballotage. Massa dijo comprender perfectamente el voto de enojo a Milei, especialmente de parte de los jóvenes. «Es un cachetazo para la política», concedió. Pero se propuso «bajar a tierra» las propuestas de «frases lindas» del libertario. Por ejemplo, explicó que arancelar la universidad pública representará un costo de tres millones de pesos anuales para cada estudiante. «Yo quiero más universidad pública, que es más educación para el hijo del laburante o del desocupado, para que ellos también puedan acceder», graficó.
El Destape