¿Estamos haciendo bien las cosas? Integrantes de fiestas clandestinas o reuniones por el Día del Padre, amantes furtivos, apostadores de caballos, pescadores rebeldes y amigos con ganas de jugar un partido de fútbol o comer un asado fueron algunos de los «desobedientes» sorprendidos por las fuerzas de seguridad en distintos lugares del país.
Desde que se inició el aislamiento social obligatorio por la pandemia de coronavirus, la Justicia Federal inició más de 50 mil causas por violación a esa medida en todo el país. El 76 por ciento de los casos se concentran en la provincia de Buenos Aires, principalmente en el conurbano y las ciudades del interior más habitadas.
El dato surge de la sumatoria de causas iniciadas en las fiscalías federales de todo el país. Sólo en los tribunales bonaerenses, la cantidad de expedientes abiertos son alrededor de 38 mil; Mar del Plata encabeza la lista, con más de 12.900 causas.
El total de causas en la Provincia surge de la suma de datos de las fiscalías de Azul, Bahía Blanca, Campana, Dolores, Hurlingham, La Plata, Lomas de Zamora, Morón, Necochea, Pehuajó, Quilmes, Tandil, San Isidro y Tres de Febrero, mientras que el resto son en Ciudad de Buenos Aires y el interior del país.
Las carátulas refieren a distintos tipos de delito del Código Penal que la Justicia aplica por violación de la cuarentena, iniciada por decreto del Poder Ejecutivo el 20 marzo pasado.
Las violaciones al código refieren al artículo 202 que prevé penas de 3 a 15 años de prisión para las personas que propaguen una enfermedad contagiosa y peligrosa. También al 203, que penaliza la transgresión cuando la propagación fuera cometida con imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los deberes a su cargo.
El otro artículo es el 205, que está vinculado a la violación de medidas contra la epidemia y con una pena que va hasta los dos años de prisión.
Las diversas excusas para romper la cuarentena
Violar la cuarentena obligatoria para atenuar la pandemia del coronavirus no tiene motivo válido, y mucha gente que circula por la vía pública no lo hace por razones de primera necesidad, pero algunas excusas de los infractores son anecdóticas y hasta graciosas.
Amantes furtivos, apostadores de caballos, pescadores rebeldes y amigos con ganas de jugar un partido de fútbol o comer un asado fueron algunos de los «desobedientes» sorprendidos por las fuerzas de seguridad en distintos lugares del país, a los que se le secuestraron los vehículos y abrieron causas penales que deberán enfrentar una vez finalizada la cuarentena.
En la ciudad pampeana de General Acha, una mujer fue detenida a bordo de un auto sin permiso para circular y, al ser requisado, se encontró en el baúl a un hombre con quien la conductora mantenía un romance. Ambos fueron trasladados a la comisaría de la zona, donde se secuestró el vehículo, se le inició una causa judicial a la mujer y el joven quedó detenido por reincidente.
En Carmen de Patagones, un vecino fue a pescar al balneario Los Pocitos, pero la corriente avanzó y arrastró su camioneta sin que nadie pudiera ayudarlo, porque los vecinos respetaban el aislamiento social.
Dos hombres fueron detenidos por realizar carreras de caballos en Reconquista, Santa Fe y en Mendoza, una pareja terminó en la comisaría por circular sin permiso y llevar ocultos a sus dos hijos en el baúl del auto, después de asistir a una reunión familiar.
Personal policial que patrullaba la Ruta 171 en Mendoza halló un vehículo estacionado entre los árboles, en la oscuridad, y encontró a un sacerdote junto a una mujer a la que -según explicó el religioso- asistía espiritualmente por sus problemas familiares. A ambos se les inició una causa por infracción al artículo 205 del Código Penal, por el delito de violar medidas oficiales para impedir la introducción o propagación de epidemias.
Fuentes: Página/12 y Rosario Plus