LA TELEFONÍA MÓVIL E INTERNET VOLVIERON A LIDERAR LA INFLACIÓN EN JULIO

Las subas en ese sector casi duplicaron la inflación general: 12,2% versus 6,3%. Para los próximos meses, la devaluación del peso del lunes y otras medidas tomadas por el gobierno hacen prever índices más altos.

Las empresas que prestan servicios de Internet, telefonía móvil y fija y TV paga finalizaron julio con un aumento promedio del 12,2% y prácticamente duplicaron el promedio del 6,3% del Indice de Precios al Consumidor (IPC) del mismo mes, informó el Indec este martes.

El sector, que había promediado una suba del 10,5% en junio, está alcanzado por el DNU 690, que lanzó el gobierno de Alberto Fernández en agosto de 2020, en el primer tramo de la pandemia de Covid 19. La medida atribuye al Enacom la facultad de autorizar aumentos en los precios de los servicios. Pero fue duramente resistida por las operadoras del mercado, que pudieron aumentar por su cuenta en múltiples ocasiones gracias al aval de tribunales que actuaron en favor de las empresas por medio de medidas cautelares.

El Enacom habilitó incrementos desde mayo hasta diciembre, por lo que se espera que las empresas de telecomunicaciones seguirán teniendo presencia entre los rubros con mayores saltos inflacionarios mensurados por el Indec. Para julio, el Enacom autorizó una suba del 4,5%, que está bastante por debajo del 12,2% registrado en el IPC.

Incidencia

Con el dato de julio la inflación general acumulada en el año ya alcanzó el nivel previsto para todo 2023 en el Presupuesto Nacional vigente para este año.

Los aumentos de los paquetes turísticos hicieron disparar el promedio general del rubro Recreación y Cultura, que terminó segundo en la nómina del Indec, con una suba mensual del 11,2%. En este segmento pesó la estacionalidad, es decir, la suba abrupta de la demanda por las vacaciones de invierno.

Pero el rubro de mayor incidencia volvió a ser el de Alimentos y bebidas no alcohólicas, si bien quedó por debajo del nivel general con un 5,8% como consecuencia del arrastre del precio del pan y de la carne. Este último producto, esencial en la dieta de los argentinos, había quedado muy por debajo del promedio general en la medición de junio. Pero en la segunda mitad de julio se juntaron varios factores: primero, el gobierno actualizó 5% el precio de la carne en el programa Precios Justos, y después lanzó el «dólar maíz«, que encareció el alimento del ganado. En la última semana de julio, el precio del ganado en pie subió entre 30% y 40% según el tipo de animal, y esas subas se trasladaron al mostrador.

En cuanto al pan, este martes Martín Pinto, titular del Centro de Panaderos de Merlo, informó que la industria definió un aumento del 15% en el valor del kilo del producto. Con esa variación, dijo, se venderá al público a $ 800, un precio al que ya se vendía en muchas panaderías de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión, planteó Pinto, es consecuencia de aumentos del 30% en la harina, del 25% en la grasa y del 15% en la levadura.

La tendencia alcista se ha acentuado con la devaluación del peso. Las consultoras privadas que miden las variaciones de los precios minoristas dieron cuenta de ese rumbo, y en algunos casos acusaron incrementos que duplican la inflación de julio.

Proyección

En el caso de las hortalizas, frutas y verduras, el Indec registró subas en julio de hasta el 34,1%, como la papa. Entre los industrializados, el azúcar de un kilo trepó 17,1% en el mes y acumuló en el año un 119,7%.

En la medición de agosto se expresará el impacto del Impuesto País sobre los insumos importados, destacó el centro de estudios CEPA. La fuente apuntó la implementación del dólar maíz como segundo factor de importancia. Otras posibles influencias serán las variaciones de los dólares paralelos y la devaluación del 14 de agosto.

La consultora LCG coincidió en que la inflación se había empezado a acelerar este mes por las escaladas de los llamados dólares libres y señaló que los aumentos se pronunciarán en la segunda mitad del período por la devaluación, que impactará en la canasta que todavía seguía regulada por el dólar oficial. Con una inflación estabilizada en el orden del 8% mensual, la entidad calculó que, para fines de 2023, la carestía rondará el 155%, mientras que un hipotético 10% debido a la inercia, la llevaría al 170%.

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